Capítulo final
En algún lugar del Internet leí alguna vez la frase “tuve que perdonar a alguien que no me pidió perdón”, y nunca la entendí hasta ahora. Quizá no necesité escucharlo pues mi corazón, en ese momento, estaba convencido de que lo podía hacer sin ningún problema, pero no fue así. Viví días en un trance. Con la idea de que lo que estaba pasando no era más que otro obstáculo en nuestra relación que con tiempo y espacio podía arreglarse. Creí que todo tenía solución porque el amor todo lo podía. ¡Qué equivocada estaba! Uno de mis límites siempre fue que lucharía contra todo, excepto contra una infidelidad. Y en el momento en el que llegó tuve miras de perdonar. ¡Qué ilusa! Dirán que siempre hay dos versiones de la historia, y que cuando tu pareja te es infiel es porque tú tuviste culpa. Aquí estoy sentada esperando que alguien venga a convencerme sobre esto. Tal vez fallé, sí. En esperar más de mi pareja. En soñar en un futuro juntos, cuando el presente es in...