Un 24 de diciembre...

La última vez que escribí le pedí a la vida más tiempo para mi "mamá". Ese tiempo solo duró un par de semanas. Quedaron tantas cosas incompletas, tanto por decir, tanto por hacer. 

Hoy, 24 de diciembre de 2015, recuerdo con tristeza la vida de mami Maty, pero con tristeza porque ya no está. Recuerdo con nostalgia la última vez que hablamos, y cómo no quería que me fuera de la casa. Pero sobre todo recuerdo con amor, con mucho amor, todos los momentos que pasé junto a ella. 

Un 24 de diciembre hace un año, estuvimos juntas, comiendo como tanto le gustaba. Un 24 de diciembre hace muchos años atrás lo celebré en su casa, sabiendo que "Santa Clause" llegaría en casa de mami y papi. 

Mi corazón todavía sufre, mi mente revive a cada momento recuerdos. No sé si en algún momento eso cambie. Mi mayor miedo es que pasen los años y olvide cosas. Olvide su voz, gruesa, con la que me daba órdenes, me regañaba, pero que a la misma vez me decían: "llegó la nena de mami". Me da miedo olvidar sus manos asperas, con las que muchas veces me peinó, vistió, acarició, y con las que me cocinaba. Esas mismas manos que muchas veces usó para reprenderme. Me da miedo olvidar su mirada, esa mirada que me hacía respetarla pero con la que me transmitía el amor de una madre. Me da miedo olvidar su esencia, lo que fue, y todo lo que hizo por mi. 

Tengo miedo de no acordarme de su manera de ser, de no poder contarle a mis hijos como fue la mujer que me crío. La mujer que me ayudó a ser lo que soy. 
No estaba preparada para que se fuera de mi vida, y tal vez nunca lo hubiese estado. Pero siempre pensaré que se fue muy pronto, demasiado. Tal vez soy egoísta, ¿qué más puedo hacer? Solo necesitaba un día más para poderle recordar cuánto la amaba y cuan agradecida estaba por todo lo que hizo por mí. 

Estoy segura de que ahora lo sabe, de que ahora conoce lo importante que es para mí, y que aunque pocas veces se lo dije, es la persona a la cual le debo la vida. Uno de mis mayores reproches es el que pocas veces se lo dejé saber. 
También estoy segura de que está al ladito de Dios, velando por cada uno de nuestros pasos. 

Mi vida no es la misma, y no lo será nunca. Siempre habrá un vacío, en cada paso que doy, en cada meta que cumpla. Ahí siempre estará el recuerdo y la certeza de que se sentiría orgullosa de mí. 

Un 24 de diciembre lo pasaríamos juntas, tal vez ella regañándome porque estoy bebiendo. Hoy no está conmigo,  y ya nunca lo estará, pero sé que no tan solo el 24 de diciembre pero sino todos los días de mi vida, tengo su recuerdo en mi alma y de ahí nunca se irá. 

Comentarios

  1. Mi amor se que nunca olvidarás a esa Gran Mujer. No temas "Maty" siempre supo cuanto la amabas, solo quedan los hermosos recuerdos que vivieron juntas y se que siempre estará cuidando de ti. Love you!

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