Libre
Hola de nuevo. Hace mucho que no nos leemos. Hoy quiero tocar un tema que viene sonando por los pasillos desde hace unos meses, y que me toca personalmente. Hace varios meses fue atropellada en Puerto Rico una mujer artista, por la madrugada, llegando a su casa. Lo primero que pasó fue que cuestionaron el porqué una mujer se encontraba caminando por la calle, por la madrugada y sola.
Hace unas semanas asesinaron a dos jóvenes argentinas en Ecuador. De igual manera lo primero que sucedió fue que se cuestionó el porqué estas dos muchachas estaban de vacaciones "solas".
Ahora bien, ¿Por qué subestimamos tanto a las mujeres? Me imagino que van a contestar que somos el "sexo débil" o que necesitamos que alguien nos cuide y nos defienda, pero bueno, yo creo que estamos lo bastante capacitadas como para defendernos por nuestra cuenta. Me indigna que siempre se nos esté cuestionando a las mujeres las decisiones que tomemos cuando se trata de hacer situaciones independientes (en las que no necesitemos de un hombre).
¿Por qué cuestionamos que una muchacha camine en la madrugada a su apartamento sola y no cuestionamos que un hombre lo haga? Nosotras tenemos el mismo derecho a salir, a tomarnos unas copas y a regresar solas a nuestras casas. ¿O acaso debemos estar siempre con alguien a nuestro lado? Hay quienes preferimos andar solas. Tenemos el mismo derecho de vivir nuestra juventud libre, sin tener porqué temer. ¿Por qué cuestionamos que dos jóvenes se vayan de vacaciones a otro país juntas? Sí, juntas, no estaban solas.
En el mes de enero fui con mi hermana menor para Los Ángeles juntas, y también recibimos ese cuestionamiento de todas partes. Escuchamos el "¿pero van ustedes solas?" como 20 veces al día hasta que regresamos. ¿Por qué? ¿Por qué tuvimos que escuchar eso tantas veces? No íbamos solas, íbamos nosotras dos, juntas. Yo creo fielmente que nosotras tenemos la capacidad para cuidarnos, para reconocer donde y con quien compartir. No encuentra la necesidad de minimizarnos, de hacernos sentir menos. De meternos en la mente que no somos capaces de nada si no tenemos a un hombre a nuestro lado.
Siempre he agradecido el hecho de que mis padres, incluyendo a la mujer que me cuidó durante mi infancia y adolescencia, siempre me dieron la confianza que yo necesitaba para atreverme a volar. Pero me preocupan esas muchas otras muchachas que viven pensando que sin la figura de un hombre a su lado no pueden hacer mucho.
Con eso no quiero decir que la figura de un hombre no es importante. Yo llevo junto a un maravilloso joven casi 4 años y no puedo agradecerle más el hecho de que he podido seguir con mi libertad. He podido seguir volando, con compañía. Nunca me he sentido menos, u oprimida.
Siento pena por estas mujeres que nunca han podido experimentar lo que se siente la libertad porque han tenido que vivir sus vidas bajo la sombra de alguien más. Incluyendo a las mismas mujeres que muchas veces son tan o más machistas que los hombres. Está claro que desde los tiempos de antaño han habido muchas grandes mujeres que han luchado por mis derechos, por los derechos de todas, y es bien importante que nosotras mismas seamos las que sigamos abogando por ellos. Las que sigamos exigiendo que se nos reconozca por igual. Ni más, ni menos.
Esto no solo va para las mujeres, sino también para los tantos hombres que se creen dueños, que se creen que poseen... ¡NO! No hay nada más lindo que compartir con alguien que vive libre, que vive siendo feliz y sin ataduras. Yo considero que está en cada uno de nosotros el forjar a los que van subiendo, a nuestros niños.
Está en nosotros enseñarles que no es necesario tener alas para volar, que no es necesario estar con alguien -o estar sin alguien- para ser libre. Pero lo más importante es enseñarles que a pesar de todo la libertad está dentro de nosotros mismos, y no importa qué el poder disfrutarla es lo que te da la felicidad.
A mi mamá, a mi papá, a Maty y a Kellvyn, gracias, porque ninguno me cortó las alas. Porque todos han aprendido a amar y aceptar mi libertad.
Pero sobretodo,reconocerme a mi misma, porque descubrí a temprana edad que la libertad me la iba a dar el hacer lo que me hace feliz, y eso es lo que vivo todos los días.
Hace unas semanas asesinaron a dos jóvenes argentinas en Ecuador. De igual manera lo primero que sucedió fue que se cuestionó el porqué estas dos muchachas estaban de vacaciones "solas".
Ahora bien, ¿Por qué subestimamos tanto a las mujeres? Me imagino que van a contestar que somos el "sexo débil" o que necesitamos que alguien nos cuide y nos defienda, pero bueno, yo creo que estamos lo bastante capacitadas como para defendernos por nuestra cuenta. Me indigna que siempre se nos esté cuestionando a las mujeres las decisiones que tomemos cuando se trata de hacer situaciones independientes (en las que no necesitemos de un hombre).
¿Por qué cuestionamos que una muchacha camine en la madrugada a su apartamento sola y no cuestionamos que un hombre lo haga? Nosotras tenemos el mismo derecho a salir, a tomarnos unas copas y a regresar solas a nuestras casas. ¿O acaso debemos estar siempre con alguien a nuestro lado? Hay quienes preferimos andar solas. Tenemos el mismo derecho de vivir nuestra juventud libre, sin tener porqué temer. ¿Por qué cuestionamos que dos jóvenes se vayan de vacaciones a otro país juntas? Sí, juntas, no estaban solas.
En el mes de enero fui con mi hermana menor para Los Ángeles juntas, y también recibimos ese cuestionamiento de todas partes. Escuchamos el "¿pero van ustedes solas?" como 20 veces al día hasta que regresamos. ¿Por qué? ¿Por qué tuvimos que escuchar eso tantas veces? No íbamos solas, íbamos nosotras dos, juntas. Yo creo fielmente que nosotras tenemos la capacidad para cuidarnos, para reconocer donde y con quien compartir. No encuentra la necesidad de minimizarnos, de hacernos sentir menos. De meternos en la mente que no somos capaces de nada si no tenemos a un hombre a nuestro lado.
Siempre he agradecido el hecho de que mis padres, incluyendo a la mujer que me cuidó durante mi infancia y adolescencia, siempre me dieron la confianza que yo necesitaba para atreverme a volar. Pero me preocupan esas muchas otras muchachas que viven pensando que sin la figura de un hombre a su lado no pueden hacer mucho.
Con eso no quiero decir que la figura de un hombre no es importante. Yo llevo junto a un maravilloso joven casi 4 años y no puedo agradecerle más el hecho de que he podido seguir con mi libertad. He podido seguir volando, con compañía. Nunca me he sentido menos, u oprimida.
Siento pena por estas mujeres que nunca han podido experimentar lo que se siente la libertad porque han tenido que vivir sus vidas bajo la sombra de alguien más. Incluyendo a las mismas mujeres que muchas veces son tan o más machistas que los hombres. Está claro que desde los tiempos de antaño han habido muchas grandes mujeres que han luchado por mis derechos, por los derechos de todas, y es bien importante que nosotras mismas seamos las que sigamos abogando por ellos. Las que sigamos exigiendo que se nos reconozca por igual. Ni más, ni menos.
Esto no solo va para las mujeres, sino también para los tantos hombres que se creen dueños, que se creen que poseen... ¡NO! No hay nada más lindo que compartir con alguien que vive libre, que vive siendo feliz y sin ataduras. Yo considero que está en cada uno de nosotros el forjar a los que van subiendo, a nuestros niños.
Está en nosotros enseñarles que no es necesario tener alas para volar, que no es necesario estar con alguien -o estar sin alguien- para ser libre. Pero lo más importante es enseñarles que a pesar de todo la libertad está dentro de nosotros mismos, y no importa qué el poder disfrutarla es lo que te da la felicidad.
A mi mamá, a mi papá, a Maty y a Kellvyn, gracias, porque ninguno me cortó las alas. Porque todos han aprendido a amar y aceptar mi libertad.
Pero sobretodo,reconocerme a mi misma, porque descubrí a temprana edad que la libertad me la iba a dar el hacer lo que me hace feliz, y eso es lo que vivo todos los días.
Comentarios
Publicar un comentario