Viviendo para ser feliz.

Me he acostumbrado a vivir la vida sin detenerme. Por un momento llegué a pensar que la felicidad estaba en muchas cosas. La mayoría lejos de mí. 
De hecho, no fue hasta hace poco que caí en cuenta de que son otras cosas las que me hacen feliz. 
No soy de escuchar consejos porque muchas veces siento que quienes me los dan no saben la historia completa de lo que estoy pasando. O que tal vez no me conocen lo suficiente. 
Pero, hace poco me dijeron que yo ponía mi corazón en cosas vanales, cosas que más allá de darme tranquilidad, me quitaban la felicidad. 
Ese afan mío por ser feliz, por sentirme querida, por controlar todo a mi alrededor, ese mismo era el que me estaba quitando disfrutar la vida. 
Y es que dicen que la felicidad está en las pequeñas cosas. Y hoy lo veo. 
Veo la felicidad en mi taza de café. Esa sensación placentera que me brinda cuando siento que no tengo los ánimos para vivir, o cuando quiero beber café porque sí. 
Veo la felicidad en mi universidad, con esas clases que me sacan canas verdes, pero que a la vez me retan día a día a ser mejor. El saber que estoy cumpliendo mis sueños. Que llevos dos años superando cada reto y obstáculos que se me ponen en medio. 
La veo en el despertar. Con las miles de nuevas oportunidades que tengo, aunque muchas veces lo que quiero hacer es dormir.
La veo en mis escritos, como este. Escribo para auto satisfacerme, no para que me lean, sino para vivir otras vidas. 
Sé que no todo el tiempo voy a estar riéndome y que esa felicidad tan anhelada llega a mi vida en segmentos. Y esos son los segmentos que debo disfrutarme. 
Las pláticas, los chistes, las visitas, las salidas, mensajes, esas pequeñas cosas con las personas que me quieren. 
Me di cuenta que el desear ser feliz era lo que me alejaba. Mientras tenía mis fuerzas puestas en el futuro, en lo que quería para mí, me estaba olvidando de lo más importante, vivir. 
Me contradigo muchas veces, pero hoy por hoy soy feliz. Me di cuenta que soy yo misma la que me da esa felicidad. Hoy lo veo tan claramente que no sé como meses atrás estaba tan engañada. 
Claro, mi felicidad la complementan ustedes. Mi familia, mis amigos, mi novio, las personas que amo y me aman. 
Yo decidí ser feliz, vivo para mi y por mi. Vivo para ser feliz. Por que me lo merezo.

22 de abril de 2015

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